La Selección Argentina igualó 1 a 1 ante Colombia en un partido cargado de tensión, escaso fútbol y muchas fricciones, que terminó con fuertes cruces verbales dentro y fuera de la cancha.

El combinado cafetero, dirigido por Néstor Lorenzo, golpeó de entrada con un golazo del delantero del Liverpool, Luis Díaz, que descolocó a la defensa albiceleste. A partir de allí, el partido se volvió trabado, con poco juego asociado y varios roces entre los futbolistas.

Scaloni buscó respuestas desde el banco de suplentes y sorprendió al reemplazar a Lionel Messi. La reacción llegó minutos más tarde con una gran acción individual de Thiago Almada, jugador del Lyon, que selló el empate tras una maniobra destacada que descolocó a la defensa colombiana.

Sin embargo, el final fue más caliente que el trámite del partido. Hubo discusiones entre jugadores de ambos equipos y reclamos reiterados hacia el árbitro por su actuación. Una vez concluido el encuentro, fue el propio Messi quien encaró al juez principal, cuestionó su desempeño y lo responsabilizó por haber permitido que el partido terminara con un clima tan hostil.