El piloto argentino Franco Colapinto no ocultó su frustración tras las dos deficientes paradas en boxes que protagonizó el equipo Alpine durante el Gran Premio de Hungría de Fórmula 1, lo que condicionó seriamente su desempeño en la competencia.
La primera parada ocurrió en la vuelta 14, cuando Colapinto ingresó a boxes y sufrió una detención de más de 10 segundos, muy por encima de los estándares de la categoría. El equipo le colocó neumáticos duros y lo devolvió a la pista en la 20ª posición. La demora generó un evidente malestar en el joven pilarense, quien expresó su bronca por radio con un exclamativo “Oh, por Dios”.
Pero la situación empeoró cuando, en una segunda entrada a boxes, Alpine volvió a fallar: esta vez, la parada duró más de 7 segundos, profundizando el perjuicio para el argentino y dejándolo sin chances de sumar puntos.

