La historia a veces espera más de un siglo para escribirse. Este 20 de junio de 2025, Los Pumas vencieron por primera vez en la historia a los British & Irish Lions, y lo hicieron en su propia casa, en el Aviva Stadium de Dublín, con un 28-24 que quedará grabado en el corazón del rugby argentino. Fue un triunfo heroico, trabajado, con alma y dientes apretados, en el marco de una fecha especial para el país: el Día de la Bandera.
Enfrente no estaba cualquier rival. Los Lions son una institución casi mítica del deporte ovalado: un seleccionado compuesto por los mejores jugadores de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda, que realiza giras desde finales del siglo XIX. Contra ese coloso cargado de historia, los dirigidos por Felipe Contepomi jugaron como si no tuvieran pasado que pesar ni futuro que condicionar. Solo presente. Solo rugby. Solo gloria.
Desde el arranque, Los Pumas salieron con todo. Al minuto, Tomás Albornoz abrió el marcador con un penal, y a los pocos minutos, Ignacio Mendy apoyó el primer try tras una gran jugada colectiva, que incluyó una asistencia de lujo de Santiago Carreras. Aunque el TMO anuló dos tries —uno por lado—, la intensidad no bajó. Bundee Aki logró el primer try legal para los Lions, pero la Argentina respondió rápido: penal de Albornoz y, antes del entretiempo, una recuperación monumental de Juan Martín González y una corrida de Isgró que terminó en try de Albornoz, para irse al descanso 21-10 arriba.
El segundo tiempo trajo turbulencia. Una infracción de Mayco Vivas dejó a la Argentina con uno menos y, en ese intervalo, los Lions empataron con un try penal y otro de Tadhg Beirne. Fin Smith convirtió y pasaron al frente 24-21.
Pero entonces, cuando parecía que la historia sería la misma de siempre, Los Pumas no bajaron los brazos. En una genialidad de Matías Moroni, que metió un kick quirúrgico, Santiago Cordero apareció para apoyar un try que devolvió el alma al cuerpo argentino. Albornoz volvió a convertir y el 28-24 fue definitivo. Pero no sin sufrir.
Porque los últimos minutos fueron puro drama, con los Lions al borde del ingoal y la defensa argentina plantada como un muro. Con tackles quirúrgicos, presión sin fisuras y una concentración envidiable, Los Pumas resistieron como los grandes equipos. Y cuando el árbitro pitó el final, todo fue desahogo, historia y bandera.
El triunfo tiene aún más valor si se considera que el plantel argentino no contó con figuras clave que militan en el Top 14 francés, debido a que el partido no se jugó dentro de la ventana internacional oficial. Pese a eso, la sangre nueva y la experiencia de algunos jugadores internacionales como Montoya, Matera, Carreras y Albornoz conformaron un bloque sólido, inteligente y emocionalmente invulnerable.
Hasta hoy, Los Pumas nunca habían vencido a los British & Irish Lions. En los cruces anteriores (1910, 1927, 1936 y el empate en 2005), la balanza se había inclinado a favor del combinado británico. Pero esta vez fue distinto. Esta vez, con coraje, táctica y entrega, Argentina rompió el molde y escribió su propia página en los libros dorados del rugby mundial.
La gira de Los Pumas continuará el 5 de julio ante Inglaterra en La Plata, volverán a enfrentar a La Rosa en San Juan y cerrarán frente a Uruguay en Salta antes del comienzo del Rugby Championship, donde debutarán nada menos que frente a los All Blacks, en Córdoba.
Pero todo eso será mañana. Hoy, 20 de junio, la celeste y blanca flamea alto también en Dublín, gracias a 23 jugadores que decidieron hacer historia. Y lo lograron.

