Un grupo internacional de astrónomos reveló que un exoplaneta gigante gaseoso, que se encuentra a 530 años luz de distancia de la Tierra, logró evitar ser destruido por su estrella anfitriona cuando esta comenzó su transformación a una gigante roja.

Cuando nuestro Sol llegue al final de su vida, se expandirá hasta 100 veces su tamaño actual, envolviendo a la Tierra. Muchos planetas en otros sistemas solares se enfrentan a un destino similar a medida que sus estrellas anfitrionas envejecen. Sin embargo el descubrimiento de los astrónomos del Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawái (IfA) mostró que es posible la supervivencia de un planeta después de lo que debería haber sido una desaparición segura a manos de su sol.

Según publicó en su página la Universidad de Hawái, un planeta similar a Júpiter 8 UMi b, oficialmente llamado Halla, orbita la estrella gigante roja Baekdu (8 UMi) a solo la mitad de la distancia que separa la Tierra y el Sol, logró evitar su final.


 

El equipo descubrió que Halla persiste a pesar de la evolución normalmente peligrosa de Baekdu. Usando observaciones de las oscilaciones estelares de Baekdu del Satélite de Sondeo de Exoplanetas en Tránsito de la Nasa, encontraron que la estrella está quemando helio en su núcleo, lo que indica que ya se había expandido enormemente en una estrella gigante roja una vez antes.

La estrella se habría inflado hasta 1,5 veces la distancia orbital del planeta, engullendo al planeta en el proceso, antes de reducirse a su tamaño actual a solo una décima parte de esa distancia.

En la investigación publicada por la revista especializada Nature, se determinó con los datos recogidos que algunos planetas pueden llegar a sobrevivir cuando sus estrellas, con características similares al Sol, empiezan a convertirse en gigantes rojas como resultado del agotamiento de hidrógeno en sus núcleos.

¿Cómo pudo sobrevivir Halla a su gigante roja?

Los astrónomos trataron de explicar las causas de este acontecimiento, por lo que propusieron que Baekdu era el producto de dos estrellas que se fusionaron anteriormente, en un proceso que impidió que cualquiera de ellas se expandiera lo suficiente como para destruir al exoplaneta.

También sugirieron otra posibilidad, que plantea que Halla sea un planeta joven que se originó a partir de una nube de gas creada por la colisión entre las dos estrellas. Esto convertiría a Halla en un planeta de “segunda generación” creado por el material de  una fusión estelar.