Autoridades reportaron al menos siete víctimas fatales en la región: tres en Jamaica, tres en Haití y una en la República Dominicana, donde además permanece una persona desaparecida. En Alligator Pond, el propietario de un restaurante, Evrol Christian, relató que las olas destruyeron la línea costera y que el pueblo vivía en pánico mientras el agua ingresaba con rapidez a las viviendas. Su testimonio constituye una de las primeras descripciones directas desde las zonas afectadas, donde vecinos y equipos de emergencia trabajan para proteger a la población y evaluar los daños.

Desde el Gobierno jamaiquino informaron que más de 240.000 clientes del servicio eléctrico permanecen sin suministro, casi el 35% del total, según el ministro Daryl Vaz. En tanto, Naciones Unidas anunció un aporte de 4 millones de dólares del fondo de respuesta para emergencias destinado a Cuba, mientras persiste el riesgo de inundaciones y deslizamientos por el amplio campo nuboso que rodea al sistema.