La situación de dos bancos en rojo desató el temor de una nueva crisis financiera como la de 2008 en los Estados Unidos. Se trata del Sillicon Valley Bank y el Signature Bank, en California. El retiro de los capitales de los ahorristas los dejó sin capacidad de hace frente a sus pagos y operaciones.

Uno de ellos, el SVB es un banco que administra los fondos de empresas tecnológicas. Se calculaba que tenía una capacidad monetaria de US$ 200.000 millones, pero ante la pérdida de sus capitales de financiación quedó en situación de quiebra.

El Departamento del Tesoro, la Reserva Federal (Fed) y la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC) anunciaron en un comunicado que los clientes tendrán acceso, a partir de este lunes, a todo el dinero depositado en la entidad especializada en prestar dinero a las start-ups y también de la entidad rescatada en Nueva York. El objetivo es limitar el efecto contagio y evitar que el pánico se extiendo al sector financiero internacional.

A tal punto llegó el pánico por el posible efecto dominó que la administración del presidente Joe Biden debió emitir un documento desde la Casa Blanca asegurando el dinero de las empresas, por ejemplo, para el pago de sueldos.

El objetivo es limitar el efecto contagio y evitar que el pánico se extiendo al sector financiero internacional. Sin embargo, esta mañana, las principales bolsas europeas abrieron en baja por temor a un efecto dominó.

Solo dos días para desmoronarse

El Sillicon Valley Bank se especializa en las empresas start-up, término que se emplea para definir a las empresas jóvenes o recién creadas y que tiene gran posibilidad de crecimiento. Por lo general ofrecen productos tecnológicos. Su innovación constante las ha hecho muy atractivas para conseguir financiación.

Ese dinero, por supuesto, se deposita en los bancos y el SVB era uno de los que más recursos de las empresas captaba. Así fue que llegó a tener activos por valor de US$ 200.000 millones (casi 5 veces el préstamo del FMI a la Argentina).

Pero el 8 de marzo anunció que intentaba una capitalización para conseguir US$ 2.500 millones adicionales y cubrir un “agujero financiero”. Solo dos días más tarde , la Federal Deposit Insurance Corporation, que regula los depósitos bancarios estadounidenses, decretó su quiebra o intervención. Las acciones del banco, inmediatamente se desplomaron en un 60%.

¿Qué ocurrió? El banco invirtió US$ 180.000 millones en 2021 en la compra de bonos del tesoro. Justo cuando la economía de los norteamericanos “redescubrió” la inflación. Los bonos cayeron y el SVB se descapitalizó. Los permanentes anuncios de Jerome Powell sobre la suba del tipo de interés hacen subir el precio de los bonos – lo que sería bueno para este banco – pero ante las dudas de la marcha de la economía de EE.UU. muchas empresas sacan el dinero que no tienen asegurado en algunos bancos y los deja en una posición más que endeble.

El caso del Signature Bank

Es el mayor criptobanco de los Estados Unidos y ha sido cerrado por el regulador estadounidense luego del SVB, ya que se teme un riesgo de efecto de contagio como ocurrió en 2008.

Es por eso que la FED, la Reserva Federal, salió a tomar el toro por las astas. Asegura que “el contribuyente no asumirá las pérdidas de estos bancos” y todos los depósitos se devolverán al completo. El mensaje es que los clientes que tienen su dinero en ese banco están protegidos.

El Signature bank tiene el 90% de los depósitos que no están asegurados por la FDIC (Corporación Federal de Seguro de Depósitos) y más del 20% de todo el capital es en criptomonedas. Sus activos son por US$ 110.000 millones y el valor del banco en su conjunto es de unos 4.400 millones de dólares.

Fuente A24