Una plaza hecha de dibujos, plastilina y canciones. A cielo abierto, bajo un sol que asomó tímido entre los árboles, Plaza Independencia se transformó este jueves en una galería de arte viva, dinámica, desbordante de colores. Fue el cierre del Mes de los Jardines de Infantes, una celebración que reunió a 126 chicos y chicas de 21 instituciones, junto a docentes, familias y autoridades del Ministerio de Educación.

“La Plaza, una galería de arte” fue mucho más que un título: fue una experiencia sensorial. Allí, cada rincón era una muestra, cada niño un pequeño artista y cada trazo, una historia. La ministra de Educación, Susana Montaldo, encabezó el acto organizado por la Dirección de Nivel Inicial. Estuvo acompañada por la secretaria de Educación, Gabriela Gallardo; la directora del nivel, Cecilia Guillén; y otros funcionarios del área.

Bajo el lema “Arte + Jardín: Sonrisas Sin Fin”, durante todo mayo se promovieron espacios donde el juego, el arte y la exploración cultural ocuparon el centro de la escena pedagógica. “Ver a los chicos mostrando lo que hacen en el aula es fundamental. El nivel inicial no solo enseña letras: juega, crea, produce arte, forma personas”, dijo Montaldo, visiblemente emocionada.

Entre las producciones destacadas, se encontraban esculturas hechas con papel y círculos de colores, inspiradas en la obra “El pájaro y la mujer”. Aylín, una alumna del jardín Espiguitas, explicó con naturalidad de artista: “La seño nos dio unos círculos con colores. Hicimos unas esculturas. Se llamaba el pájaro y la mujer. Cada uno se llevó la suya a casa”.

Las obras no fueron lo único que se llevó el público. También hubo agradecimientos. Las supervisoras recientemente jubiladas —Cesilia Fernández, María Luisa Bonilla, Débora Guerrero y Adriana Olarte— recibieron distinciones por su trayectoria. Olarte, emocionada, compartió: “Me jubilé en la profesión más linda que puede haber. Hoy estoy feliz de ver todo esto”.

Cecilia Guillén, directora del Nivel Inicial, subrayó que este año se puso el foco en las artes como vehículo pedagógico: “Invitamos a los jardines a trabajar con artistas de la provincia. Además de actividades con los niños, organizamos talleres para familias, docentes y directivos. Queremos hacer visible lo que sucede en las salas”.

Y esa visibilidad se hizo realidad. La plaza, intervenida por la creatividad de los más pequeños, mostró cómo el juego en el jardín de infantes es mucho más que diversión: es estrategia, es vínculo, es desarrollo. “El juego en el Nivel Inicial es un juego con sentido. Enseñamos jugando, sí. Pero cada juego tiene una intención pedagógica”, recordó Guillén.

La jornada cerró con música, abrazos y selfies familiares entre caballetes, dibujos y atrapasueños. En el centro de la ciudad, por unas horas, los artistas más jóvenes fueron los protagonistas. Y lo hicieron jugando, como debe ser.