Con la puntualidad que exige un proceso técnico y delicado, se llevó a cabo hoy la segunda sesión extraordinaria en la Legislatura tucumana destinada a la consolidación del Digesto Jurídico. En el recinto, los legisladores avanzaron con el estudio y depuración del entramado legal de la provincia, que contempla más de 4.600 leyes activas.
El Digesto es, en palabras simples, una reorganización de las leyes según su fuero y competencia. Pero en la práctica, es mucho más: implica revisar, ordenar y consolidar normas que, durante años, se han ido superponiendo, modificando o quedando obsoletas. El resultado esperado es un compendio claro, accesible y coherente, tanto para la ciudadanía como para los operadores jurídicos y administrativos.
Durante la jornada se analizaron nuevos dictámenes de comisiones permanentes, en una metodología que se repetirá hasta culminar con la sanción de una ley general del Digesto prevista para julio. Se trata de una tarea inédita por su magnitud y complejidad, que tiene como horizonte un orden normativo actualizado y útil.
El presidente subrogante Sergio Mansilla, junto a legisladores de todos los bloques, volvió a destacar el carácter participativo del proceso. “Esto no se trata solo de ordenar leyes —dijo una fuente legislativa—, sino de garantizar el derecho de los ciudadanos a conocer y entender las reglas que los rigen”.

