La Justicia habló. Y detrás de cada palabra, quedó el eco de una muerte que casi se pierde en el silencio.
Este martes, el tribunal de San Miguel de Tucumán condenó a 15 años de prisión efectiva a Leonardo Salomón, hallado culpable de asesinar a Gabriela Laura Picciuto en marzo de 2023 y esconder su cuerpo en un tanque de agua en la casa que compartían, en Chacabuco 59.

Fueron necesarias tres semanas de juicio oral para llegar al veredicto. El fiscal Carlos Sale, titular de la Unidad Fiscal de Homicidios II, pidió 18 años de cárcel por el delito de homicidio y no ahorró calificativos:

Fue casi el crimen perfecto. Salomón es una persona inteligente, fría y peligrosa”, sostuvo.

La autopsia determinó que la víctima recibió un fuerte golpe en la cabeza con un objeto contundente, lo que le provocó un traumatismo encéfalo craneano fatal. Luego, según la acusación, Salomón ocultó el cuerpo en una cisterna de mampostería, cubriéndola con ropa, bolsas y ladrillos. El cuerpo fue hallado el 12 de mayo, dos meses después del crimen, en avanzado estado de descomposición.

Se han logrado probar cada una de las premisas de la pieza acusatoria para señalar de manera clara, precisa y contundente a Salomón como autor único y responsable de este hecho macabro que casi queda impune”, afirmó el fiscal.

Durante el juicio, desfilaron especialistas forenses, bioquímicos y peritos del ECIF, que aportaron pruebas clave. Uno de los últimos testimonios vino del Laboratorio de Genética Forense del Ministerio Público Fiscal, que trabajó en el análisis del cuerpo.

Aunque no se pudo comprobar una relación de pareja entre víctima y victimario, el tribunal —integrado por María Valeria Mibelli, Isabel De Los Ángeles Méndez y Guido Leandro Cattáneo— consideró probada la responsabilidad penal de Salomón, cerrando así uno de los casos más impactantes del último año en la provincia.