La protesta de los institutos de menores continúa, ya que los trabajadores afirman que se les exige hacer “magia con nada” en sus labores diarias. A pesar de una promesa de pago para la próxima semana, los trabajadores esperan que se cumpla dicho compromiso.

Además, denuncian la falta de herramientas necesarias para llevar a cabo sus tareas, lo que los obliga, en muchas ocasiones, a invertir dinero propio para adquirirlas. Ante esta situación, han declarado la emergencia y solicitan un presupuesto adecuado para desempeñar sus funciones de manera efectiva. Estas circunstancias generan una gran angustia en los trabajadores, quienes se ven afectados por estas problemáticas laborales.