El sábado por la noche se produjo una batalla campal en un boliche ubicado en calle Marcos Avellaneda al 1.000 de la capital tucumana. En el interior del local bailable llamado “Gitana”, hubo disturbios, peleas, botellazos y corridas, lo que provocó que varias personas terminen con heridas.

“El sábado hubo un problema entre varios grupos en el interior del local bailable; es estrictamente policial el tema, pero ese boliche estaba debidamente autorizado y gracias a Dios funcionaron todas las medidas de seguridad, porque al comenzar las peleas, los propietarios abrieron las puertas y sacaron a todas las personas”, explicó Oscar Leal, director de Defensa Civil de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán

El funcionario remarcó que la decisión de abrir las puertas fue la correcta en ese momento. “Con mucho tino, abrieron las puertas y sacaron a todas las personas y esto permitió que pudieran salir raudamente y que no tuvieran problemas en el interior y después pasó a la vía pública, pero no tenemos que lamentar fallecidos y víctimas”, insistió.

Con información de La Gaceta