Valeria Jiménez fue sentenciada a prisión preventiva por 60 días y se le trabara un embargo por $ 3.000.000 después de que fuera imputada por intimidación pública. La mujer declaró que la amenaza de bomba contra un Colegio se realizó desde un teléfono que está a su nombre, pero utiliza su hijo.

En este caso, una persona se comunicó el día 7 de agosto con el servicio 911 para informar que en el Colegio Nacional había una bomba, por este motivo se activó el protocolo y al menos 1.200 estudiantes fueron evacuados a la plaza Urquiza hasta que la División explosivos comprobó que la amenaza era falsa.

La fiscal Mariana Rivadeneira logró identificar a la titular de la línea y con la información brindada por el establecimiento escolar, pudo determinar que la acusada era madre de dos alumnos menores de edad.

La acusada indicó que la línea está a su nombre, pero la utiliza uno de sus hijos de 17 años. Agregó que el joven no mandó el mensaje, sino que fueron sus compañeros los que hacían las llamadas de amenazas. La mujer identificó a los amigos de su hijo, los acusó y nombró, pero sus identidades se mantienen en reserva por tratarse de menores de edad.

Lucía Gandur y María José Ahumada, defensoras de Jiménez, rechazaron los cargos formulados entendiendo que no había elementos suficientes para considerarla la autora de la amenaza y presentaron evidencias para demostrar que no fue la autora de la llamada.

La auxiliar Mónica Tobchan, solicitó la prisión preventiva por 60 días porque la imputada podría influenciar sobre los testigos que en su mayoría son menores de edad y solicitó que se le trabe embargo por $3 millones.

Las defensoras rechazaron los pedidos al entender que en todas las familias los menores no son titulares de las líneas y que, si bien es cierto que estos casos están generando conmoción social, no se puede generalizar a todos por igual.

Valeria Mibelli, jueza del caso, aceptó todos los planteamientos realizados por el Ministerio Público y de esta manera Jiménez se transformó en la segunda persona que es detenida en menos de cuatro horas.