De esta forma se llevó tranquilidad a la sociedad en una conferencia de prensa presidida por los ministros de Salud Pública, doctor Luis Medina Ruiz, y de Obras Públicas, doctor Santiago Yanotti acompañados por el presidente de la SAT, doctor Marcelo Caponio y el titular del ERSEPT, ingeniero Luis Morghenstein.

En este contexto el ministro de Obras y Servicios Públicos destacó que los diferentes organismos que se desprenden de la institución monitorean y controlan de forma sistemática la calidad del producto y el servicio, tanto en materia de energía como de agua: “El ERSEPT en convenio con el Siprosa hacen el análisis cotidiano de muestras de agua en puntos fijos y variables. Estos últimos responden a la demanda o reclamos de usuarios del servicio que se llegan por el ente regulador, requiriendo que se confirme que el agua que consumen es potable”.

En este sentido la autoridad comentó que la turbiedad que hubo durante algunos días en el suministro, y que derivó en las afirmaciones de los concejales capitalinos José María Canelada y Gustavo Cobos, donde plantearon el problema en los barrios Zenón Santillán y San Miguel, no se trata de agua no tratada o con residuos: «Era agua tratada y ya está solucionado por las lluvias que hemos tenido y la consecuente crecida. Notamos por supuesto que hubo un temor o una preocupación por la calidad del agua en Tucumán, por eso en conjunto con el Ministerio de Salud, a cargo del doctor Luis Medina Ruiz, articulamos un plan de muestreo y de análisis de calidad, que empezó en la misma planta potabilizadora de El Cadillal y siguió de la mano del ingeniero Morghenstein, con una recorrida por los pozos y las tomas, en conjunto con personal de salud, en toda la zona norte de la ciudad”, refirió Yanotti, y agregó que durante la semana que viene se finalizará con toda la zona sur del gran San Miguel Tucumán, labor con la que se encuentran conformes.

“Estamos tranquilos de informar, en base a los estudios que realizamos, que el agua es potable, es apta para consumo humano y está dentro de los parámetros del código alimentario argentino. El objetivo es ante todo llevar esa tranquilidad a la comunidad, que sepan que el agua es potable, están los estudios recientes que así lo demuestran y los que se están haciendo actualmente; pero también queremos que quien tenga dudas o temor, sepa que se puede dirigir al ERSEPT, que en la medida de su capacidad operativa, concurrirá a medir fronteras de servicio y en domicilios particulares si se quiere”, agregó e hizo hincapié en que el agua tiene mucho movimiento y fluctuaciones, por lo cual se requiere de estudios actualizados de forma periódica y sistemática para determinar su calidad y la limpieza de tanques en los hogares.

El ministro Luis Medina Ruiz sostuvo que de forma preventiva se realizan periódicamente testeos del agua en distintos lugares de la provincia, para ver si existe algún problema con la potabilización de la misma, a la vez que se coteja de forma sostenida con el análisis de la situación epidemiológica: “En ningún momento hemos tenido un repunte de casos de diarrea en ninguna localidad. Hay análisis que determinan si ese líquido analizado no es potable y nosotros tomamos las medidas preventivas en cada caso, trabajamos en conjunto para preservar la salud de la población”.

“Todas las muestras que tomamos dieron como resultado que el agua es apta para el consumo humano y que no hay presencia de ninguna actividad inusual. La presencia de los niveles de cloro adecuados se detecta en el acto y a través de esto se sabe que no hay bacterias, porque el cloro las mata. En el barrio Zenón Santillán, como en el barrio San Miguel, no se detectó ningún problema con el agua. El agua es potable y está en condiciones de ser consumida”, definió Marcelo Caponio, a la vez que contó se planificó un plan director de saneamiento ambiental para la provincia de Tucumán.