Esta mañana, personal del Hospital Padilla y funcionarios de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán solicitaron a los familiares que acampaban en la platabanda frente al nosocomio que desarmen sus carpas. La medida, que fue comunicada de manera pacífica, buscó despejar el espacio público y garantizar mejores condiciones de espera ante la llegada del mal tiempo.

Luis, un hombre oriundo de Aguilares que tiene a su sobrina internada en terapia intensiva, fue uno de los que accedió al pedido. “Llegamos a las 7 de la mañana y nos dijeron que había que desarmar todo. Nos lo pidieron amablemente y lo hicimos. Nosotros no molestábamos a nadie, solo esperábamos que nos dieran buenas noticias”, relató.

Según explicó, los costos del traslado diario desde el interior son imposibles de sostener. “Ir y venir me sale 20 mil pesos por día. El bolsillo no aguanta”, lamentó.

El director del hospital, Mario Sardón Traverso, informó que se acondicionó un espacio cubierto dentro del hospital para albergar a los familiares. “Se armó un lugar con capacidad para 20 personas, pensando en la inclemencia climática que se viene”, explicó. Además, señaló que algunas personas habrían empezado a lucrar con la situación. “Se aprovecharon para alquilar las carpas”, advirtió.

Desde la Municipalidad capitalina, el director de Vía Pública, Juan Rojas, afirmó que la intendenta Rossana Chahla mostró una “gran preocupación por la salud de quienes dormían en la intemperie”. Rojas sostuvo que hubo momentos en los que se contabilizaron hasta 47 personas en 9 carpas instaladas frente al hospital. “Fue un trabajo de concientización muy grande. Se hizo de forma respetuosa, con diálogo y pensando en el bienestar de todos”, aseguró.

El operativo de desarme de las carpas se dio en un contexto de alerta meteorológica y responde también a la necesidad de ordenar el espacio público sin afectar los derechos de las familias que atraviesan situaciones difíciles.

Fuente La Gaceta