La primera etapa contempla la construcción de 587 viviendas y 22 locales comerciales, con un plazo de 18 meses para su finalización. Se estima que generará 7.000 empleos directos y un impacto positivo en más de 74 actividades económicas ligadas a la construcción.

“La construcción de viviendas tiene un efecto multiplicador muy fuerte. No solo genera empleo, también dinamiza la economía y representa un paso clave hacia un desarrollo urbanístico sustentable”, destacó Garber durante la entrevista.

Empresas tucumanas en acción

Unas 10 empresas locales comenzaron esta semana con el acarreo de maquinaria, instalación de obradores y la organización del personal. La próxima semana se sumarán otras 8 empresas, completando el esquema previsto para esta primera fase.

La obra se encuentra anclada a valores de marzo de 2025 y su actualización estará sujeta al índice de ajuste provincial establecido por el decreto 233, que acompaña el ritmo inflacionario.

“El Procrear se va a hacer. La inflación y los ajustes son parte del escenario, pero mientras el Estado asegure los fondos mensuales, las empresas podemos avanzar”, remarcó Garber.

Proyección provincial y nuevas obras

Este desarrollo forma parte de un plan más amplio que prevé la ejecución total de 3.000 viviendas. Una vez que se definan los mecanismos de adjudicación de las unidades, se avanzará con las etapas siguientes.

Además, se anticiparon otras obras clave para Tucumán, como el acueducto Obispo Colombres con una inversión proyectada de $170.000 millones, y la ampliación del Aeropuerto Benjamín Matienzo, actualmente en evaluación por la OSNA.

En paralelo, se ejecutan 1.700 viviendas a través del Instituto Provincial de la Vivienda y se avanza con planes de infraestructura escolar y de seguridad, como el complejo de Benjamín Paz, que será inaugurado próximamente.

Con estos anuncios, Tucumán refuerza su apuesta por la obra pública como motor de empleo, desarrollo urbano y reactivación económica.