El hallazgo se dio casi por azar, pero confirmó lo que las autoridades sospechaban: en las sombras de una estación de servicio de Trancas, 53 bultos repletos de mercadería esperaban ser redistribuidos en vehículos menores, con destino final: Córdoba. El valor de la carga asciende a $30 millones.

El operativo, que se enmarca en los controles reforzados del “Operativo Lapacho”, tuvo lugar en Benjamín Paz, al norte de la provincia. Allí, efectivos de la Unidad Regional Norte (URN), encabezada por el comisario general Gustavo Beltrán, interceptaron la maniobra de contrabando.

Se tomó conocimiento de la existencia de estos bultos en una zona trasera a una estación de servicio, el personal se constituyó inmediatamente y pudo corroborar que había mercancía escondida, lista para ser movilizada”, explicó Beltrán.

Minutos después, una pareja se hizo presente en el lugar. Dijeron ser los propietarios de la carga, pero lejos de colaborar, comenzaron a provocar disturbios. Uno de ellos se abalanzó contra un jefe policial, causándole lesiones leves, y en ese momento fueron reducidos y trasladados a la Comisaría de Choromoro.

La carga, según detallaron, consistía en mercadería variada, desde productos textiles hasta artículos de consumo, aunque no se especificaron detalles por cuestiones de investigación. “La intención era evitar los controles sobre Ruta Nacional 9, usando vehículos más pequeños”, detalló el jefe policial.

Por tratarse de una infracción a la Ley 11.683 de evasión de impuestos, se dio intervención al Juzgado Federal y a la Dirección General de Aduanas, quienes determinarán el destino de los productos decomisados.

“Estas personas son oriundas de Córdoba, y todo indica que el acopio en Benjamín Paz era parte de una logística planificada para eludir los controles”, concluyó Beltrán, quien además valoró el trabajo articulado del operativo de control provincial.