En una muestra de unidad y determinación, los residentes de seis barrios ubicados al sur de la provincia se congregaron anoche bajo la inclemencia de la lluvia para expresar su indignación y preocupación por la creciente inseguridad que azota a sus comunidades. A pesar de las adversas condiciones climáticas, los vecinos no dudaron en alzar su voz para exigir soluciones a los problemas que los afectan diariamente.

Entre las quejas más frecuentes se encuentra el constante robo de mercadería a los comerciantes locales y el hurto de las mochilas de los estudiantes, lo que afecta directamente a los niños y jóvenes de la zona. Esta ola de delitos ha generado un clima de temor y desconfianza en la comunidad, que se siente desprotegida y vulnerable ante la inacción de las autoridades competentes.

Una de las principales denuncias de los vecinos es la ausencia de presencia policial en las calles y la falta de respuesta por parte de la Comisaría 15, la cual debería brindar protección y seguridad a estos barrios. “Estamos a las manos de Dios”, expresó un vecino afectado, reflejando el sentimiento generalizado de abandono por parte de las fuerzas de seguridad.

Ante la falta de acciones concretas por parte de las autoridades, los vecinos han decidido hacer un llamado público y urgente a la Comisaría 15 para que se comprometa con la seguridad de la zona. “La Comisaría 15 brilla por su ausencia”, afirmó un residente, evidenciando la desilusión y el sentimiento de olvido que prevalece en la comunidad.