“Quiero aclarar que soy una persona con una trayectoria laboral y personal sólida, con experiencia en empresas reconocidas donde he superado diversas entrevistas y tests psicológicos, demostrando mi capacidad y estabilidad. No tengo ninguna enfermedad ni patología como esquizofrenia”, estableció en referencia a las pistas que manejaron los investigadores judiciales.
“No entraré en detalles sobre mi experiencia, ya que prefiero enfocarme en el presente y seguir adelante. Estoy viva y sana, lo cual es un milagro. Mi salud física y mental está en proceso de recuperación, y estoy enfocada en reconstruir mi vida y superar los desafíos que conlleva”, sentenció la mujer, que perdió 15 kilos durante su periplo en la selva.
“A aquellos que juzgaron sin conocer la historia, les pido con humildad que consideren la importancia de la empatía y la comprensión. No todos los caminos son iguales, y cada persona vive experiencias únicas. Ojalá aprendamos algún día la importancia de la compasión y el apoyo mutuo, ya que el apoyo puede hacer una gran diferencia en momentos críticos”, señaló también.
“Agradezco profundamente a mi familia por cubrir los gastos de mi rescate, entendiendo que algunas personas puedan tener preocupaciones al respecto”, aclaró además la mujer, que reconoció el apoyo y esfuerzo de Cancillería argentina, de su familia y amistades, la Confederación Argentina de Cestoball y la Policía de México, entre otros.




