En un salón sin cámaras y con micrófonos apagados, los gobernadores del país volvieron a ocupar el centro de la escena política. Fue en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), en pleno corazón porteño, donde se gestó el primer acto formal del reclamo federal por más fondos, en un contexto económico que los arrincona y los obliga a plantarse.
Osvaldo Jaldo llegó a la mesa con los números de Tucumán en mano, pero también con una consigna clara: o el gobierno nacional se sienta a discutir de verdad, o las provincias terminarán pagando solas el costo del ajuste. No estuvo solo. A su lado, gobernadores de todo el arco ideológico –Axel Kicillof, Jorge Macri, Sergio Ziliotto, Rogelio Frigerio, entre otros– coincidieron en que el modelo libertario no puede sostenerse si no hay una distribución más equitativa de los recursos.
Las palabras clave de la jornada fueron tres: coparticipación, ATN (Aportes del Tesoro Nacional) e impuesto a los combustibles. Es decir, plata. Fondos que las provincias reclaman para poder cubrir gastos elementales, pagar sueldos, sostener obras y evitar que la crisis se profundice en sus territorios. A la reunión, en representación de la Nación, asistieron el secretario de Hacienda, Carlos Guberman, y el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán. Se fueron temprano. Pasadas las 13, los gobernadores seguían reunidos, a puertas cerradas, hilando fino en la estrategia conjunta.
El dato político no pasó inadvertido: el presidente Javier Milei no envió a sus principales espadas, aunque días atrás, Guillermo Francos –jefe de Gabinete– había prometido “revisar” los números del reparto de fondos. En la práctica, eso significa que aún no hay compromiso oficial, pero sí se abrió un canal de diálogo, endeble y condicional.
La escena fue heterogénea pero cohesionada: gobernadores patagónicos, del norte, del centro del país, peronistas, radicales y libertarios moderados. Un detalle de época: también participaron vicegobernadores, como Silvana Schneider (Chaco), Teresita Madera (La Rioja) y Fabián Leguizamón (Santa Cruz). Neuquén mandó un delegado: el cargo de vice sigue vacante tras el cortocircuito con Gloria Ruiz.
La cumbre en el CFI fue la antesala de un posible nuevo frente federal. Sin necesidad de actas ni comunicados rimbombantes, los gobernadores tomaron nota: si no se dan respuestas en los próximos días, no descartan endurecer el tono. El equilibrio político está atado al bolsillo, y en este juego, la Nación ya no tiene el mismo margen para imponer sin escuchar.

