En la previa a la marcha federal por la educación que se realizará en distintos puntos del país, el vocero presidencial Manuel Adorni aseguró que el Gobierno “valora la educación pública” pero aclaró que no se va a permitir que “sea usada por los políticos de turno para beneficio propio”.

“Esa educación pública es la que nos hizo, en algún momento, ser un faro educativo en América. Lejos estamos de querer permitir que este tipo de lugares, como son las universidades, y con la importancia que revisten sean usadas por los políticos de turno para beneficio propio”, expresó el funcionario en su habitual rueda de prensa.

Sobre el reclamo puntual de los rectores, Adorni recalcó que el jueves pasado hubo un “diálogo y acuerdo” para actualizar el presupuesto. “El gobierno nacional aumentó el 70% las partidas del gasto de funcionamiento en marzo, habrá otro 70% de ajuste en mayo y además se dispuso una partida extraordinaria para los hospitales universitarios de 14.403 millones de pesos”, aseguró.

“Está demás decir, que como todo gobierno liberal, se valora la educación pública, laica y federal”, agregó el portavoz. Pese a esto aclaró que, de acuerdo a la mirada del oficialismo, “hace décadas que las universidades funcionan con severos problemas”. “Muchas están con malas condiciones edilicias, los profesores no cobran por su trabajo, hay matrículas con contenidos que no se actualizan hace 30 años”, señaló.

A eso, le sumó datos referidos a la terminalidad educativa que, según sostuvo, “vienen cayendo en picada”. “Seis de cada diez abandonan en el primer año, tres de cada diez son los que terminan la carrera y de los sectores vulnerables, son pocos los que logran acceder a la educación universitaria”, añadió Adorni.

Volviendo a la discusión presupuestaria, el vocero indicó que “más allá del reclamo genuino que puedan tener los estudiantes, que son a quienes nos debemos, aquellos que ingresan a la universidad para ser mejores, tener un título universitario y apostar al futuro. No nos debemos al resto que quiere mantener un status quo dentro de una institución tan importante como es una universidad”.

“Nos seguimos preguntando por qué algunas autoridades universitarias levantan la voz ahora y no el año pasado cuando la inflación fue del 211% y han sufrido en 2023 tamaño ajuste real en sus partidas”, concluyó.