La historia vuelve a pisar fuerte. A diez años de aquel grito inicial que sacudió plazas y conciencias, el movimiento Ni Una Menos prepara una nueva movilización, pero esta vez con un giro significativo: no será solo una marcha contra la violencia machista, sino una jornada de lucha ampliada, que suma el reclamo de jubilados, científicos, trabajadores de la salud y migrantes.

La cita será este miércoles 4 de junio a las 16 horas, frente al Congreso. La elección de la fecha, distinta al habitual 3 de junio, no es casual. “Decidimos confluir con la ronda de las y los jubilados, que hoy enfrentan la violencia estatal, la represión y jubilaciones de miseria”, explicaron desde la organización. Y añadieron: “La lucha es colectiva. Contra la violencia machista y contra la violencia económica. Nos vemos en las calles”.

Habrá pañuelos violetas, pero también banderas de hospitales, carteles de investigadores y voces migrantes. Porque, como remarcan desde la convocatoria: “Unir las luchas es la tarea. Si lo que pasa te duele, es hora de decir basta”.

Una década de resistencia

El 3 de junio de 2015, tras el femicidio de Chiara Páez, fue la periodista Marcela Ojeda quien lanzó el mensaje que encendió la mecha: “¿No vamos a levantar la voz? NOS ESTÁN MATANDO”. En cuestión de horas, el hashtag #NiUnaMenos era tendencia, y en cuestión de días, una multitud inédita marchaba en las calles bajo esa misma consigna. Desde entonces, cada año, la fecha se transformó en un símbolo de memoria, dolor y resistencia.

Aquel primer acto lo abrió una proclama desgarradora: “En 2008 mataban a una mujer cada 40 horas; en 2014, cada 30. Hoy, no sabemos con certeza cuántas son, pero sí que debemos decir basta”. Una década después, la cifra no mejora. En 2024 hubo una víctima directa de femicidio cada 39 horas, y en los primeros tres meses de 2025, una cada 28 horas, según datos de la Corte Suprema de Justicia.

Detrás de cada cifra, hay historias truncas, infancias marcadas y comunidades que piden justicia. Desde 2015, se registraron más de 2.500 femicidios en Argentina. La mayoría de los agresores eran parejas o exparejas, y en casi la mitad de los casos, había antecedentes de violencia previa.

Contra el ajuste y la crueldad

Pero este 2025, el reclamo no es solo por la violencia machista. Es también por las condiciones materiales que hacen más vulnerables a las mujeres y disidencias: la pérdida de derechos, el ajuste, los recortes en salud, ciencia y asistencia social.

“Marchamos por el Garrahan, por el CONICET, por las universidades, por nuestras jubilaciones, por nuestras vidas”, señalaron en el documento conjunto. Y añadieron una crítica directa al gobierno nacional: “No hay políticas para el abordaje de las violencias. Se persigue a quienes trabajan en comedores y a los migrantes. La crueldad es sistemática”.

Este miércoles, la Plaza Congreso no será solo el escenario de una conmemoración. Será un espacio de confluencia, una trinchera abierta, un eco que viene sonando hace diez años y que no piensa callarse: “Ni una menos, vivas, libres y con derechos nos queremos”.