El Gobierno pondrá en marcha en los próximos meses la licitación internacional del segundo tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) con la intención de que la inversión de al menos USD 2.554 millones, para su construcción sea financiada por el sector privado. La obra estaría terminada para marzo del 2026 y transportará el gas de Vaca Muerta al Litoral, con el objetivo de facilitar las exportaciones al sur de Brasil.

Los detalles fueron informados este martes en el Hotel Libertador por el secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, ante 100 de los empresarios más importantes del sector petrolero y gasífero en la Argentina, en el marco del almuerzo del Club del Petróleo. Será una primera experiencia del modelo que busca instalar la gestión de Javier Milei para reemplazar la obra pública.

La segunda etapa del GPNK permitirá duplicar la capacidad de transporte del ducto a unos 40 millones de metros cúbicos diarios. La primera etapa llevaba el fluido desde Vaca Muerta a Salliqueló (Buenos Aires) y este proyecto es para llegar al Litoral (San Jerónimo, Santa Fe).

La ejecución y el financiamiento les va a corresponder a los privados. El Estado va a colaborar durante la transición como iniciador y facilitador en la ejecución de las obras”, contó Chirillo durante su exposición ante los empresarios que duró casi dos horas e insumió más de 100 filminas.

La Secretaría de Energía prepara una licitación internacional, es decir, que podrán presentarse competidores de todo el mundo en vistas de que “hay muchos interesados en financiar el proyecto”. A diferencia de lo que sucedió con la primera etapa del GPNK y el Gasoducto Norte, ahora habrá una sola empresa contratista que deberá conseguir financiamiento canalizado con entidades bancarias y tendrá la posibilidad de subcontratar otras compañías.

Por otro lado, la empresa Energía Argentina (Enarsa) pasará a llamarse Transportadora Gas del Centro (TGC) y estará a cargo de las operaciones del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner en su totalidad, es decir, del primer y del segundo tramo. Ese proceso se conoce como “Spin-off” y consta de una empresa matriz que seprara una parte de sus activos en una entidad “independiente”. Esto deja fuera a las transportistas que operan en el país: Transportadora Gas del Sur (TGS) Transportadora Gas del Norte (TGN).

El incentivo al financiamiento privado es el canon anual que cobrará la empresa a cargo de la construcción. Ese dinero estará garantizado a través de los ingresos por la futura ampliación de la capacidad de transporte que tenga TGC y por las ventas de los productores de gas, los cuales se canalizarán a través de un nuevo fideicomiso llamado “Fondo de Repago para Construcción” según mencionó el funcionario.

El canon estimado es de USD 480 millones anuales durante 15 años, con una tasa del 10% antes de impuestos. De todos modos, ese valor es indicativo ya que ganará la licitación y se quedará con la obra la firma que oferte el menor precio.

El destino final de la transportadora TGC será, en palabras de Chirillo, “la privatización” de al menos un porcentaje. “Estamos trabajando en el diseño. La idea es que para noviembre o diciembre tenerlo adjudicado ya con el spin-off realizado y la nueva transportista”, dijo el funcionario.

La segunda etapa permitirá llegar a los 40 millones de metros cúbicos día de gas hacia el Litoral. Pero en el Gobierno y el sector energético saben que de cara al futuro todos los caminos conducen a la demanda industrial del sur de Brasil.

El Secretario de Energía además ratificó que se encuentran en estudio unas cinco alternativas para llevar el gas de Vaca Muerta hacia el país limítrofe, aunque existe la posibilidad de que todas avancen en simultáneo. Es por eso que el equipo de Chirillo trabaja en un memorándum de entendimiento con las autoridades brasileñas para una mesa de trabajo bilateral para el “Desarrollo de la Infraestructura y las Exportaciones de Gas Natural”.