A tan solo 18 días de dejar el poder, el presidente Alberto Fernández ha hablado abiertamente sobre su relación con la vicepresidenta Cristina Kirchner. Según sus propias palabras, termina su mandato “enfrentado” con ella.

Fernández expresó su frustración con las expectativas contradictorias que se le imponen. “Por un lado me piden que sea obediente y por el otro que tenga la lapicera”, cuestionó el mandatario. Esta declaración pone de manifiesto la tensión que ha caracterizado su relación con Kirchner durante su mandato.

Además, Fernández hizo referencia a la percepción de los medios argentinos sobre su papel en el gobierno. “Los medios argentinos decían que era un títere y el títere es el único que termina enfrentado con Cristina Kirchner”, afirmó.