Consultado específicamente sobre la posibilidad de viajar a América Latina, el Papa respondió con entusiasmo: “Por supuesto”, comentó entre risas, señalando que varios destinos están en estudio. Entre ellos mencionó Fátima, Guadalupe, México, Uruguay, Argentina y Perú, país con el que mantiene un vínculo especial tras haber vivido allí casi cuatro décadas como misionero y obispo. “Yo encantado de viajar. El problema es programar con todos los compromisos”, añadió.
Viajes confirmados para fin de año
Mientras avanza la organización de su agenda 2026, el papa León XIV ya tiene confirmados dos destinos para este año: Turquía y el Líbano. Según la programación oficial, visitará Turquía entre el 27 y el 30 de noviembre, y luego viajará al Líbano del 30 de noviembre al 2 de diciembre. Ambos países estaban previstos como posibles visitas también durante el pontificado de Francisco.
Llamado urgente desde la COP30
En paralelo a los anuncios sobre futuros viajes, el Papa difundió un mensaje contundente en el inicio de la segunda semana de la COP30, que se realiza en la Amazonía brasileña.
A través de un video dirigido a los delegados de Naciones Unidas y a líderes religiosos reunidos en Belém, advirtió que los avances globales contra el cambio climático “no son suficientes” y pidió intensificar las acciones para proteger a las poblaciones más vulnerables.
“Una de cada tres personas vive en situación de gran vulnerabilidad”, afirmó, remarcando que para muchas comunidades el cambio climático “no es una amenaza lejana”. Subrayó además que la creación “clama” mediante inundaciones, sequías, tormentas y olas de calor, fenómenos que la ciencia ya atribuye a la crisis ambiental.
En esa línea, insistió en que aún es posible cumplir con los objetivos del Acuerdo de París, pero el tiempo se agota. “Como administradores de la creación de Dios, estamos llamados a actuar con rapidez, con fe y profecía”, expresó. Y concluyó con un mensaje político: “No es el acuerdo el que está fallando. Lo que está fallando es la voluntad de algunos”.