El gobernador Osvaldo Jaldo encabezó una reunión con las autoridades del Ministerio de Seguridad y de la Policía para evaluar las medidas adoptadas frente a irregularidades detectadas en la fuerza. Durante el encuentro se analizaron los allanamientos y detenciones ordenados por la Justicia en causas que investigan asociación ilícita, venta de vehículos y falsificación de documentos, así como la investigación sobre el exjefe y el exsegundo de la Unidad Regional Norte, expulsados por utilizar personal policial y a personas privadas de la libertad en tareas particulares.
El ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, informó que se concretaron 21 allanamientos en dos causas distintas, con siete detenidos —entre ellos un solo policía en actividad— y el secuestro de teléfonos y documentación. Destacó que la propia fuerza impulsa un proceso de depuración interna y que no hay cambios previstos en la cúpula policial. Además, adelantó que continuarán los controles y operativos programados para las próximas semanas.
El jefe de Policía, Joaquín Girvau Olleta, respaldó a los efectivos que cumplen su labor y remarcó que los casos investigados “son un punto aparte”. Aseguró que la institución mantiene una lucha frontal contra el delito y que la depuración alcanza a los agentes que cometen actos ilícitos. También anunció la designación del comisario mayor Ernesto Soria al frente de la Unidad Regional Norte, donde se evaluarán nuevas medidas internas.
Las autoridades coincidieron en que los hechos generan impacto pero fortalecen la credibilidad institucional, al poner a disposición de la Justicia a los responsables. Subrayaron que Asuntos Internos mantiene abiertas múltiples investigaciones y que la prioridad es sanear la fuerza sin desmerecer el trabajo de la mayoría de los policías que arriesgan su vida en el cumplimiento del deber.
Fuente: Comunicación Tucumán

