En un país donde la economía tambalea y las distancias entre el interior y la Casa Rosada parecen más ideológicas que geográficas, el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, rompió el tono moderado que lo caracteriza y lanzó un mensaje directo al corazón del poder nacional:
“El Gobierno nacional tiene que entender que solo no va a poder gobernar”.

Fue en una conferencia breve pero cargada de definiciones políticas. En la antesala de una cumbre de gobernadores que se celebrará el lunes en Buenos Aires, Jaldo anticipó que no irá con discursos, sino con datos duros: cierres de empresas, fábricas paradas, comercios en crisis y trabajadores que reciben vacaciones anticipadas como antesala del desempleo.

“Vamos a llevar casos concretos de actividades productivas, industriales y comerciales que se están cerrando. Esto ya no es una advertencia: está pasando”, afirmó.

Jaldo dejó entrever lo que muchos mandatarios provinciales dicen en privado pero pocos se atreven a declarar en voz alta. Que la relación con el Gobierno de Javier Milei está en un punto crítico. Que la coparticipación se achica, que el consumo se desploma y que la falta de diálogo empieza a tener costo social.

“Yo he sido y soy un gobernador dialoguista, pero dialogo a favor de mi provincia. Cuando nos tocan lo que nos corresponde, el diálogo se vuelve más firme”, sentenció.

El mandatario tucumano advirtió que si la Nación no reacciona “en tiempo y forma”, el país entrará en una crisis aún más profunda, con consecuencias en cada rincón del mapa: “O nos va bien a todos o nos va mal a todos. Eso el Presidente lo tiene que tener claro”.

En un tiro por elevación a la lógica libertaria de Javier Milei, que privilegia los anuncios y peleas por redes sociales, J