El centro de San Miguel no se toma descanso. Mientras muchos preparan un fin de semana largo, los comerciantes de la ciudad ya tomaron su decisión: el viernes 2 de mayo abrirán sus puertas con normalidad, a pesar de que la fecha figura como no laborable en el calendario oficial.
La medida fue resuelta en reuniones entre cámaras empresarias y propietarios de locales, en parte para no perder ventas en un contexto económico que obliga a mirar cada movimiento con lupa. “No está el horno para dejar pasar días”, comentó un vendedor de indumentaria que, como muchos, ya prepara el cartel de “abierto” para colocar junto al de promociones.
En los últimos meses, las calles céntricas vienen reflejando una tensión constante entre el esfuerzo por sostener las ventas y el descenso del consumo. En ese contexto, cerrar un día extra se siente, dicen, como un lujo imposible.
Pero el viernes no será especial solo por el horario extendido. Desde este mes, entra en vigencia una nueva obligación para los comerciantes: todos los artículos exhibidos en vidriera o dentro del local deberán mostrar dos precios diferenciados —uno sin impuestos nacionales, y otro con el monto final que pagará el consumidor—.
La medida fue dispuesta por la Secretaría de Comercio de la Nación, y busca dar mayor transparencia a los precios, permitiendo al cliente saber cuánto cuesta el producto en sí mismo y cuánto representa la carga tributaria. La resolución incluye tanto productos nacionales como importados, y alcanza a todos los rubros, desde electrodomésticos hasta ropa, librerías y calzados.
Si bien muchos ven la norma con buenos ojos, no faltan las quejas. “Es una complicación más. Ya bastante difícil es remar con los aumentos de proveedores, ahora hay que hacer doble cartel”, señaló una comerciante de accesorios. Otros, en cambio, creen que puede servir para generar más conciencia sobre la presión impositiva que soporta el precio final.
Lo cierto es que, entre feriados que no se sienten y normas que buscan ordenar un mercado convulsionado, los comerciantes de San Miguel eligen no frenar. En las veredas del centro, ya hay vidrieras renovadas y stock preparado. Porque para muchos, cada jornada es una oportunidad que no se puede dejar pasar.

