Después de una jornada electoral cargada de análisis y tensiones dentro del oficialismo, la intendenta Rossana Chahla salió a responder los rumores sobre supuestos conflictos con el gobernador Osvaldo Jaldo. En declaraciones a la prensa, negó cualquier tipo de enfrentamiento y defendió su forma de hacer política. “Respeto al gobernador. No hay ninguna pelea. Las operaciones políticas atrasan y la gente está cansada de eso. A mí me enseñaron que la palabra vale y se cumple”, sostuvo la jefa municipal, marcando distancia de las versiones que la señalaban como responsable de tensiones dentro del espacio.
Chahla también rechazó los calificativos que circularon en redes y en sectores del propio peronismo: “No soy traicionera ni especuladora. Salgo a la calle, escucho a los vecinos y trabajo todos los días. Tal vez mi forma de hacer política sea distinta, pero siempre de frente”, enfatizó.
La intendenta aprovechó el balance electoral para llamar a la autocrítica interna, pero también reclamó coherencia en la mirada hacia todos los espacios: “Si las cosas que vimos últimamente las hubiera hecho el peronismo, estaríamos frente a una crisis institucional. Hay que medir con la misma vara”, advirtió.
Chahla afirmó que su prioridad sigue siendo la gestión en la capital tucumana y el fortalecimiento del espacio Tucumán Primero: “El fuego amigo siempre duele más, pero lo importante es que ganamos con trabajo y convicción. Ahora hay que seguir construyendo vínculos y recuperar la confianza de los vecinos”, concluyó.
Con este mensaje, la intendenta buscó cerrar filas en el oficialismo provincial y dejar atrás las especulaciones políticas surgidas tras los comicios.

