Este martes 27 de febrero se llevó a cabo una audiencia multipropósito en la que en Ministerio Público Fiscal formalizó la investigación y formuló los cargos contra el acusado.

El caso es investigado por la Unidad Fiscal Especializada en Cibercriminalidad, a cargo de Carlos Saltor, quien fue representado por la auxiliar de fiscal Jessie Luz García. La Fiscalía formuló cargos bajo la calificación legal provisoria de intimidación pública en calidad de autor.

Atento a la necesidad de sujetar al acusado al proceso, la Fiscalía solicitó por el plazo de tres meses medidas de menor intensidad, ante la promesa de que el imputado se someta al proceso, no obstaculice la investigación, fije y mantenga domicilio, prohibición de realizar cualquier acto que pueda obstaculizar el descubrimiento de la verdad, presentarse ante la comisaría más cercana a su domicilio y prohibición de salir del ámbito provincial.

“La Unidad Fiscal ya se encuentra con gran parte de las medidas investigativas realizadas. Sólo resta el análisis de la extracción de la pericia al celular secuestrado y redactar el requerimiento de apertura a juicio”, indicó la investigadora.

El caso

Según la acusación, el 16 de agosto de 2023 a las 14:14 horas, Cristian Miguel Salazar, de 47 años, llamó de forma anónima desde un número telefónico del cual es titular al número perteneciente al Centro de Formación profesional N° 1, sito en calle Ayacucho 849 de San Miguel de Tucumán, siendo atendido por una empleada.

En ese llamado amenazó sobre la existencia de una bomba en las instalaciones. De esta manera provocó temor entre los miembros de la institución y la población en general.

A consecuencia de ello, debió intervenir personal policial y bomberos, quienes aplicaron protocolo para el caso. Para ello evacuaron el establecimiento a fin de registrar el lugar, lo que provocó, asimismo, tumulto y caos en el tránsito, mientras se aplicaba dicho protocolo preventivo.

La denuncia realizada el mismo día del hecho por la Regente del Establecimiento Centro de Formación Profesional N°1, quien contó que el día 16 de agosto pasado, a horas 14:14 sonó el teléfono y una empleada le informó que una voz masculina le dijo que había una bomba en el establecimiento y que sería detonada a las 15:00 horas.

Se llevó a cabo un allanamiento del cual se extrajo un teléfono celular coincidente con el chip del número de teléfono desde el que se realizó la llamada intimidatoria.