Cada 21 de septiembre, en coincidencia con la llegada de la primavera, se celebra en la Argentina el Día del Estudiante, una jornada que reconoce el papel fundamental de los jóvenes en la sociedad y en la construcción del futuro.

En esta fecha, los alumnos de nivel secundario y universitario suelen tener libre de actividades escolares y aprovechan la ocasión para reunirse en plazas, compartir mate, comidas y festejos junto a sus compañeros y amigos.

El origen de la conmemoración

La elección del 21 de septiembre no fue casual. Además de coincidir con el Día de la Primavera, la fecha está vinculada con la figura de Domingo Faustino Sarmiento, considerado “el padre del aula” y uno de los principales defensores de la educación pública en el país.

Sarmiento falleció el 11 de septiembre de 1888 en Asunción, Paraguay, pero sus restos llegaron a Buenos Aires recién el 21 de septiembre de ese año. Cuatro años más tarde, Salvador Debenedetti, entonces presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras, propuso instaurar ese día como homenaje al prócer, dando origen al Día del Estudiante.