La oposición logró quórum este miércoles en la Cámara de Diputados y desde el mediodía debate un cambio en la regulación de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), que pondría límites a una herramienta clave en el Gobierno de Javier Milei.

Se trata de otra sesión caliente y en medio de la crisis política dentro del oficialismo por el diputado José Luis Espert, que debió bajar su candidatura y de la presidencia de una comisión por estar acusado de haber recibido dinero de un empresario ligado al narcotráfico.

Pese a los esfuerzos del presidente de la Cámara, Martín Menem, y del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, de intentar que los legisladores que responden a los gobernadores no se presenten, la sesión se pudo iniciar.

La iniciativa para modificar la ley 26.122, sobre el Régimen Legal de los Decretos de Necesidad y Urgencia, ya se aprobó en el Senado y podría ser ley si se vota de forma favorable.

La reforma elimina la llamada “sanción ficta” que significa la convalidación automática de los decretos si el Congreso no se pronuncia. El nuevo texto fija un plazo de 90 días para que ambas cámaras los ratifiquen. Si no lo hacen, quedarán derogados. 

A partir de este cambio, bastará con que una sola cámara los rechace para invalidarlos, y no ambas, como exige la norma actual.

En el inicio del debate, el radical Pablo Juliano acusó al presidente de la Cámara de “apretar a diputados” y de amenazar con operaciones de prensa contra Facundo Manes si la sesión contra los DNU prosperaba.

Nadia Marques, de la LLA, dijo que estuvo presente cuando Menem saludó a Manes y no existió ninguna amenaza o apriete y calificó de “mentiroso” a Juliano. Esa era el tono de la discusión entre los legisladores.

Vilma Ripoll, de la Izquierda, pidió desplazar del cuerpo a Espert por las sospechas de vínculos con el narcotráfico y porque “nos mintió a todos los integrantes de la Cámara y a todo el país” porque primero negó los pagos de Fred Machado y después reconoció 35 viajes en su avión y haber recibido al menos 200 mil dólares.