En noviembre, la divisa había mostrado una estabilidad marcada: el mayorista aumentó apenas $6,5 en todo el mes, un 0,5%, muy por debajo del salto de casi 5% que se observó en octubre, en plena previa electoral.
Con este movimiento, la brecha respecto del techo de la banda cambiaria quedó en torno al 3,9%, apenas por encima del 3,4% registrado a fines de octubre. En lo que va de 2025, el mayorista acumula un avance del 40,7%.
En el segmento minorista, el dólar también acompañó la tendencia. En el Banco Nación subió $5 y se vendió a $1.480, mientras que el promedio del Banco Central se ubicó en $1.478,72. En los financieros, el MEP aumentó 0,2% hasta $1.478,59 y el CCL subió 1,7% hasta $1.521,79. El blue, por su parte, se mantuvo estable en $1.445, quedando apenas $10 por debajo del oficial minorista.
Menor oferta de divisas desde el agro
Durante noviembre, los exportadores de cereales y oleaginosas liquidaron u$s 760 millones, una caída del 62% interanual y del 32% mensual. Según Max Capital, esta baja responde a las liquidaciones anticipadas realizadas en septiembre, cuando se suspendieron temporalmente los derechos de exportación. Aun así, en el acumulado anual los ingresos del sector se mantienen 24% por encima de 2024.
Reservas netas en terreno crítico
El estado de las reservas del Banco Central continúa siendo el principal foco de preocupación. De acuerdo con la metodología del FMI, las reservas netas cerrarían 2025 en torno a los u$s 17.000 millones negativos. Es decir, si el país debiera devolver todos los dólares tomados a corto plazo, no tendría los fondos propios para hacerlo.
Por este motivo, el mercado y los organismos internacionales insisten en la necesidad de que el Gobierno de Javier Milei acelere la acumulación de reservas. De conseguirlo, estiman, el riesgo país podría perforar los 650 puntos. El año pasado, tras el acuerdo con el Fondo, había tocado los 500, pero volvió a acercarse a los 600 ante la falta de señales de recompras de divisas.
En este escenario, operadores del mercado no descartan que el Gobierno avance en las próximas semanas con una recompra de bonos globales, una estrategia que podría ayudar a reducir el riesgo país sin presionar directamente sobre el tipo de cambio.

