La Secretaría de Transporte subrayó que los servicios de navegación aérea están considerados por ley como “esenciales” y que debe garantizarse al menos un 45% de la operación aérea durante la medida de fuerza. Para controlar su cumplimiento, la ANAC desplegará inspectores en todos los aeropuertos del país.
El comunicado advierte que, en caso de incumplimiento, se podrán aplicar multas económicas, sanciones a las concesiones e incluso infracciones directas a los controladores que pongan en riesgo la seguridad operacional.
Desde el inicio del conflicto, el gremio que conduce Paola Barritta ya generó la cancelación de más de 170 vuelos, la reprogramación de 250 servicios y afectó a 44.000 pasajeros. Solo este domingo, 19.000 viajeros sufrieron cancelaciones o largas demoras.
En paralelo, la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) analiza iniciar acciones judiciales y reclamos económicos millonarios por los perjuicios causados al sistema aerocomercial.
Origen del conflicto
ATEPSA sostiene un reclamo salarial contra EANA y rechaza la pauta oficial que propone un incremento del 1% mensual. El gremio exige una propuesta “razonable” y decidió continuar con su cronograma de paros pese a la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo.
Próximas medidas anunciadas
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Martes 26 de agosto: 7 a 10 y 14 a 17 hs.
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Jueves 28 de agosto: 13 a 16 hs.
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Sábado 30 de agosto: 13 a 16 y 19 a 22 hs.
Quedan exceptuados los vuelos sanitarios, humanitarios y los de búsqueda y rescate.
Mientras tanto, las aerolíneas intentan reubicar operaciones y minimizar el impacto en los pasajeros, aunque advierten que los problemas persistirán si no se logra un acuerdo salarial.

