El presidente de Estudiantes de La Plata, Juan Sebastián Verón, volvió a cargar con dureza contra la conducción de la AFA y sus principales dirigentes, Claudio “Chiqui” Tapia y Pablo Toviggino, a quienes acusó de sostener un sistema que impide el desarrollo del fútbol argentino y mantiene a los clubes en un estado de dependencia.
Verón cuestionó el modelo de gestión del organismo, al que calificó como una “práctica dictatorial” que castiga la disidencia y utiliza los recursos económicos como mecanismo de control.
“Quieren tener cautivos a los clubes”
El titular de Estudiantes apuntó directamente contra la estructura de poder en la AFA y denunció la falta de profesionalismo en la conducción.
“Quieren tener cautivos a los clubes tirándoles migajas. En vez de generar recursos para que los administren los clubes, lo que hacen es mantener el status quo”, sostuvo.
En su análisis, Verón consideró que el actual esquema debilita a las instituciones y concentra decisiones clave en manos de pocos dirigentes, limitando la autonomía y la capacidad de inversión de los clubes.
La denuncia de “dictadura” y el temor a una represalia deportiva
El exfutbolista vinculó los recientes conflictos con la AFA —particularmente la amenaza de sanción tras el “pasillo de espaldas” realizado por Estudiantes a Rosario Central— con un intento de disciplinamiento por parte del organismo.
“Con nosotros, Tapia se manejó como un dictador”, afirmó.
Incluso fue más allá al advertir sobre la posibilidad de que exista una sanción deportiva que perjudique a su club:
“No veo como algo descabellado que quieran mandar a Estudiantes al descenso. Lo veo que puede llegar a pasar”, expresó.
Un llamado a las “reglas claras”
Verón insistió en que el fútbol argentino necesita “reglas claras” y un nuevo modelo de financiamiento que permita inversiones con supervisión y reduzca la dependencia de los clubes respecto de la AFA. También criticó el formato actual de 30 equipos, al entender que afecta la competitividad y desvía la discusión hacia polémicas arbitrales en lugar del desarrollo integral del deporte.
El dirigente reafirmó que el camino para el progreso del fútbol argentino exige modernización, planificación y una distribución equitativa de recursos, lejos —según su mirada— de las lógicas de discrecionalidad que atribuye a la conducción de Tapia y Toviggino.

