Boca acumula once partidos oficiales sin ganar y atraviesa la peor racha de su historia. Uno de los principales apuntados por el bajo rendimiento y la falta de resultados es el actual director técnico del equipo, Miguel Ángel Russo, que todavía no sabe lo que es sumar de a tres en su tercer ciclo al frente del club.
Los cuestionamientos hacia el ídolo y exentrenador de Rosario Central se fundamentan en el flojo andar de Boca en la temporada, pero también en las declaraciones de personajes del mundo del fútbol –como Oscar Rugerri, quien dijo que Russo “no está para dirigir”– y en algunas imágenes que se vieron de Miguel con cierta dificultad para caminar o subir escalones, por las que se puso en duda su estado de salud.

Sin embargo, Ignacio Russo, el hijo del DT y actual delantero de Tigre, desmintió los rumores en una entrevista radial. “Se hablan cosas porque él tampoco dice nada. No tiene por qué hacerlo, y está bien. Tiene que seguir e intentar ganar el próximo partido para calmar un poco todo”, comenzó el atacante en diálogo con DSports Radio.
“Yo con lo que me dice él me quedo tranquilo, y más al verlo bien”, añadió Nacho. Y luego agregó: “Miguel está bien de salud y contento. En lo deportivo, un día perdés y otro ganás. Obviamente que se hablan muchas cosas de más, que varias se inventan, pero entiendo que el mundo Boca es así y vende eso”.
Por qué se habla de la salud de Russo
Russo, de 69 años, fue diagnosticado en 2017 con cáncer de próstata cuando era entrenador de Millonarios de Colombia. Pese a la enfermedad, el ídolo auriazul continuó con su trabajo en el banco del equipo colombiano, logró superarla y hasta se consagró campeón del torneo.
Si bien en algunas etapas posteriores, incluso en el semestre donde fue campeón con Central de la Copa de la Liga 2023, su estado de salud volvió a ser tema de conversación en el mundo canalla y del fútbol argentino, el director técnico casi siempre intentó mantenerse al margen de esos rumores en la esfera pública, aunque en más de una oportunidad habló sobre la enfermedad, su lucha y a cómo el fútbol lo mantenía activo.
En Rosario, fueron habituales sus visitas a niños internados en el Hospital Víctor J. Vilela.
La crisis en Boca
En Boca se hizo cargo y responsable de apartar del grupo a jugadores de trayectoria como Marcos Rojo, Cristian Lema y Marcelo Saracchi. Pero los malos resultados y el bajo rendimiento pusieron la lupa en la tarea de Russo como DT en el club que preside Juan Román Riquelme.
El Xeneize no gana desde hace 11 partidos, con un balance de 6 empates y 5 derrotas. La marca negativa comenzó el 27 de abril pasado con el 1-2 ante River Plate en el Estadio Monumental, un partido que le puso punto final al ciclo de Fernando Gago como entrenador. Mariano Herrón empató dos partidos como interino. Y finalmente se produjo el regreso de Russo, que dejó San Lorenzo para ir a Boca.
La preocupación se intensificó tras la eliminación en la Copa Argentina y la derrota ante Huracán, episodios que profundizaron la crisis deportiva y alimentaron versiones sobre un posible desenlace inminente para el técnico.
A pesar de estas señales, en el club insisten en que Russo mantiene la fortaleza necesaria para conducir al plantel, aunque en algunos momentos dirige a cierta distancia y delega en sus colaboradores Claudio Úbeda y Juvenal Rodríguez.
“Me hago cargo de todo, porque corresponde que yo me haga cargo y habrá que encontrarle la vuelta, mejorar y seguir trabajando”, había dicho el DT en la conferencia de prensa posterior a la derrota con el Globo de Parque Patricios. “Salimos trabajando y teniendo las ideas claras, no hay otra forma ni hay otra manera. Llegó el momento de darlo vuelta y me toca a mí darlo vuelta”, añadió.

