El caso de Jeffrey Epstein, el multimillonario que lideró una red de tráfico sexual de menores, volvió a sacudir el tablero político mundial esta semana. El Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) comenzó a publicar miles de documentos oficiales que se mantenían bajo reserva, en cumplimiento de la “Ley de Transparencia de los Archivos Epstein”, normativa aprobada por el Congreso y firmada por el propio presidente Donald Trump en noviembre pasado.

La desclasificación masiva, a la que tuvo acceso la Agencia Noticias Argentinas, incluye expedientes del FBI, entrevistas, registros de vuelos del “Lolita Express” y evidencias recolectadas en las propiedades del magnate.

Nombres poderosos y un cheque polémico

Entre el material divulgado, se destacan las agendas de contactos del financista, donde figuran los números telefónicos de exmandatarios como Bill Clinton y Donald Trump, además del príncipe Andrés de Inglaterra y otras figuras del poder global.

Sin embargo, uno de los hallazgos financieros más resonantes fue un cheque por valor de 22.500 dólares firmado por Trump en 2001, el cual fue encontrado entre las pertenencias de Epstein.

Denuncias de “censura selectiva”

A pesar de la expectativa por la transparencia prometida, el proceso se vio empañado rápidamente. La controversia estalló cuando se detectó que miles de páginas aparecían tachadas y que cierto material, incluyendo imágenes vinculadas a Donald Trump, fue dado de baja del sitio oficial horas después de su publicación.

Esta situación desató denuncias de “censura selectiva” desde diversos sectores políticos y provocó el enojo en el Capitolio, donde legisladores de ambos partidos consideran que esta entrega fragmentada incumple el espíritu de la ley vigente.

Por su parte, sobrevivientes de la red de trata, como Virginia Giuffre y Maria Farmer, exigieron la eliminación total de las tachaduras para poder identificar a los cómplices que, a seis años de la muerte de Epstein en su celda, aún no han sido procesados.