Por un momento, el frío mármol de la Secretaría de Estado de Trabajo se volvió escenario de algo inusual: una victoria concreta de los trabajadores. No una promesa, no una audiencia más, sino la firma de un acuerdo que devuelve lo que parecía perdido: el empleo.
En medio de un contexto económico adverso y con despidos que se han vuelto paisaje cotidiano en la provincia, el caso del ingenio Bella Vista se convirtió en excepción. Los 64 trabajadores que habían sido desvinculados fueron reincorporados este martes, tras una intensa negociación que tuvo al Poder Ejecutivo como protagonista.
El gobernador Osvaldo Jaldo, acompañado por el ministro del Interior, Darío Monteros, y el secretario de Trabajo, Andrés Galván, activó una red de gestión que incluyó también a representantes legales de Arca Continental y Minetti, los gremios FOTIA y FEIA, y funcionarios de la cartera laboral.
En el marco de la audiencia, celebrada en la Secretaría de Trabajo, se firmó el acta de reincorporación inmediata. El empresariado, por su parte, se comprometió a reactivar el funcionamiento del ingenio lo antes posible.
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“La gestión del gobernador influyó muchísimo para que las empresas recapaciten y reviertan los despidos”, señaló Galván. Con el gesto serio pero aliviado, el funcionario destacó lo poco común que es un desenlace como este: “Nos quedamos tranquilos porque se ha asumido el compromiso de que no habrá más despidos”.
Desde el gremio de empleados, José Leguizamón no ocultó su emoción: “Nunca se ha visto que 64 despedidos hayan vuelto todos a su puesto de trabajo”. El dirigente agradeció el acompañamiento de la Secretaría de Trabajo, que —según sus palabras— “desde el primer momento se puso a disposición”.
El conflicto había alcanzado su punto crítico días atrás, cuando el despido masivo puso en vilo a toda la comunidad de Bella Vista. Pero el lunes, en una reunión clave con los trabajadores, el gobernador Jaldo tomó las riendas. Según relataron testigos de ese encuentro, fue allí donde se planteó un camino de solución que se materializó en este acuerdo.
Por parte de Arca Continental, el gerente de capital humano, Hugo Arse, se mostró conciliador: “Siempre vamos a tener predisposición al diálogo. Lo importante es poner en funcionamiento el ingenio, avanzar con las refacciones y comenzar a trabajar”.
El secretario de Trabajo explicó que los despidos habían sido impulsados por Minetti, empresa que luego se retractó. Arca Continental, en tanto, se comprometió a reubicar a los trabajadores en distintos sectores.
La firma del acta no solo significó la recuperación de los puestos, sino también una señal política: el Estado provincial mostró su capacidad de mediación en una disputa que podía haber terminado con 64 familias al borde del abismo.
En tiempos donde los conflictos laborales suelen cerrarse con un portazo, lo ocurrido en Bella Vista marca un raro respiro. Los obreros volverán a sus tareas, el ingenio se pondrá a punto, y la provincia suma un precedente que alimenta —al menos por hoy— la esperanza en la resolución colectiva y el valor del trabajo.

