El fallo representa un triunfo significativo para Carolina Monteros, la denunciante, quien persiguió la justicia por un hecho ocurrido en 2016. En aquel entonces, Monteros, de 19 años, fue víctima de un secuestro y posterior abuso por parte de los dos hombres tras salir de una fiesta en Tafí Viejo, un caso que conmovió a la opinión pública local.
La causa, que estuvo marcada por prolongadas demoras —señaladas por la querella como una posible “revictimización institucional”— culminó con un juicio oral iniciado a principios de octubre. La influencia económica y política de los acusados fue un tema recurrente durante el proceso, sugiriendo una posible injerencia en la lentitud de la investigación.
Al conocer la sentencia, Carolina Monteros, hoy de 28 años, expresó su alivio y fortaleza. “Me siento de pie”, declaró, simbolizando el fin de un extenuante camino legal.
El tribunal ordenó el cumplimiento inmediato de las penas. No obstante, se espera que las defensas de los condenados presenten recursos de apelación ante instancias superiores, dando inicio a una nueva fase del proceso judicial.

