Lo más llamativo del caso es que uno de los detenidos resultó ser policía en actividad y además hijo de un alto funcionario provincial. El agente, que portaba su arma reglamentaria y chapa identificatoria, se desempeñaba de manera transitoria en la ex Brigada de Investigaciones.
Sobre cómo se produjo la aprehensión circulan dos versiones: una sostiene que los efectivos de la comisaría de Yerba Buena intervinieron tras observar un intercambio sospechoso en el interior de un auto estacionado; otra, que la persecución comenzó luego de que el vehículo realizara una maniobra brusca tras recoger a un tercer ocupante.
La Justicia Federal ordenó la incomunicación de los tres sospechosos y abrió una investigación para determinar el origen del cannabis.
La situación tomó mayor repercusión cuando se confirmó que el policía detenido es hijo de Miguel Gómez, ex jefe de la Brigada de Investigaciones y hasta ayer subsecretario de Servicios Penitenciarios de la provincia. Tras conocerse la noticia, Gómez presentó su renuncia inmediata, aceptada horas más tarde por el gobernador Osvaldo Jaldo.

