Un rechazo a la cultura del “hookup” y la búsqueda de bienestar

Este fenómeno es, en gran parte, una respuesta al agotamiento y la desilusión que muchas mujeres experimentan con la cultura de los “encuentros casuales”. Varias seguidoras del movimiento señalan que la falta de profundidad emocional en las relaciones esporádicas les ha generado ansiedad. Al alejarse del sexo, buscan redefinir su intimidad de manera más consciente, enfocándose en su propio bienestar y crecimiento personal.

Personalidades como la actriz Julia Fox y la presentadora Drew Barrymore han hablado públicamente de su decisión de tomarse un descanso de las relaciones, destacando los beneficios emocionales de priorizar su vida lejos de los vínculos con hombres.

Autocuidado frente a la violencia de género

Otro factor que impulsa esta tendencia es la violencia de género. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual. Para muchas, el “femcel” se convierte en una medida de precaución para evitar relaciones que puedan ser dañinas o que no contribuyan a su bienestar emocional.

El movimiento no implica una postura negativa hacia el sexo en sí mismo, sino una forma de evitar vínculos que no aporten a su felicidad. Para quienes se sienten frustradas con el mundo de las citas y la presión por tener relaciones sin compromiso, el estilo de vida “femcel” se ha convertido en una opción cada vez más adoptada para tomar el control de sus cuerpos y emociones.