El estudio, que relevó 407 empresas representativas del sector, muestra que la percepción de amenaza importadora alcanza al 45% de las pymes, el nivel más alto desde 2007. Además, el porcentaje de firmas que efectivamente resignaron mercado es el segundo más elevado desde el primer trimestre de 2017.

Sectores más afectados
El impacto varía según la actividad: el 51% de las firmas textiles y de calzado sufrió pérdidas de mercado, seguidas por la metalmecánica (42%), caucho y químicos (37%), muebles y madera (31%) y alimentos y bebidas (10%).

China encabeza la lista de países competidores, señalada como principal amenaza por el 73,3% de las empresas, seguida por Brasil (16,6%). Casi la mitad (45%) considera que los productos importados compiten de manera desleal, un 35% asegura que no cumplen con las normas técnicas y un 17% denuncia contrabando.

Empleo en retroceso
La mayor presencia de productos extranjeros tuvo un impacto directo en el empleo: la ocupación en pymes industriales cayó 4,7% en el segundo trimestre respecto al mismo período de 2024, acumulando nueve trimestres consecutivos de descenso. En promedio, una de cada cuatro empresas redujo su plantilla.

Para Federico Poli, titular del FOP, esta situación responde a “un combo de facilidades para importar, un tipo de cambio atrasado, tasas de interés altas y falta de crédito”, que modificó de manera abrupta el escenario para las empresas.

Datos oficiales y contexto económico
Según el INDEC, las importaciones de junio totalizaron USD 6.370 millones, con un crecimiento interanual del 35,9% explicado por un aumento del 53,2% en las cantidades y una caída del 11% en los precios. Los bienes de consumo representaron el 14% del total —casi el doble que en 2024—, mientras que las piezas y accesorios para bienes de capital sumaron 19%, los bienes intermedios 33%, combustibles y lubricantes 5,1% y bienes de capital otro 19%.

Desde la Unión Industrial Argentina advirtieron que “los mayores costos internos y la baja en la demanda interna afectan la competitividad”, y que las importaciones de bienes de consumo crecieron 32% en el primer semestre, en un contexto de caída del 10% en la producción industrial.

El golpe a la industria textil
Luciano Galfione, presidente de la Fundación ProTejer, alertó que “hoy el 70% del mercado textil es importado, cuando históricamente era del 50%” y señaló que en 2024 cerraron unas 300 empresas del sector. Atribuyó la crisis a la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores y a la carga impositiva desfavorable para la producción nacional frente a la extranjera.

Por su parte, Marcelo Fernández, presidente de la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA) y titular de la fábrica de cierres Lynsa, afirmó que la apertura importadora “redujo precios, pero ahora, con el consumo en baja, la industria enfrenta pérdida de mercado, suspensiones, adelanto de vacaciones y despidos”.