Desde la entidad advirtieron que la evolución del consumo debe analizarse junto al comportamiento de los precios, en un contexto en el que durante el segundo semestre de 2025 se verificó una leve aceleración inflacionaria. En noviembre, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue del 2,5%, lo que implicó el tercer mes consecutivo con inflación por encima del 2%, un umbral que no se superaba desde abril. En términos interanuales, la inflación alcanzó el 31,4%, mientras que el acumulado del año llegó al 27,9%.
Pese a este escenario, desde la CAC señalaron que, en una mirada de mediano plazo, la variación general de los precios continúa dentro de una tendencia de estabilidad que se consolida desde 2024. En ese sentido, destacaron que noviembre estuvo atravesado por un contexto político y financiero más previsible, tras los resultados legislativos favorables al Gobierno y la reciente modificación en el esquema de bandas de flotación, factores que contribuyeron a un cierre de año con mayor calma en materia cambiaria y de precios.
La entidad también remarcó la habitual correlación entre consumo y actividad económica. En 2024, el IC y el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) compartieron mayormente variaciones negativas, mientras que en 2025 ambos indicadores mostraron una recuperación interanual, aunque sobre una base de comparación baja. Para octubre —último dato disponible del EMAE— la actividad económica creció 3,2% interanual, acumulando trece meses consecutivos de suba. Sin embargo, en términos desestacionalizados, el IC de octubre había mostrado una baja del 0,5%, cortando una racha de tres meses de crecimiento mensual.
Al desagregar por sectores, el desempeño fue dispar. El rubro indumentaria y calzado exhibió un crecimiento interanual estimado del 16,8%, que aportó un punto porcentual a la variación del índice general, impulsado en parte por la baja base de comparación de noviembre de 2024. En contraste, transporte y vehículos registró una caída interanual del 2%, con una incidencia negativa de 0,3 puntos porcentuales, aunque el patentamiento de autos y motos continuó mostrando una evolución positiva.
El segmento de recreación y cultura creció 5,2% interanual y contribuyó a moderar la caída general, mientras que vivienda, alquileres y servicios públicos mostró una retracción del 0,6%, con un impacto negativo significativo en el índice. El resto de los rubros presentó una caída interanual del 5,7%, aportando más de tres puntos porcentuales al retroceso total.
En cuanto a los bienes de consumo masivo, estos mostraron un estancamiento interanual, con una leve baja del 0,1%, y una caída desestacionalizada del 1,8% frente al mes anterior. No obstante, el acumulado de 2025 refleja un crecimiento promedio del 0,7% respecto de los mismos meses de 2019, año de referencia prepandemia.
El informe también destacó el rol del crédito como motor del consumo. Tras la fuerte contracción de comienzos de 2024, el financiamiento en términos reales mostró una expansión sostenida, aunque en los últimos meses comenzaron a observarse señales de agotamiento. Las tarjetas de crédito y los préstamos personales tendieron a estabilizarse, mientras que el crédito prendario e hipotecario perdió parte del dinamismo previo. Aun así, el patentamiento de vehículos y las escrituras inmobiliarias continúan impulsando el crédito, aunque con menor intensidad.
En este contexto, la CAC señaló que persiste un cambio en la composición del consumo de los hogares, con mayor peso de los bienes durables frente al consumo masivo. Sin embargo, hacia el cierre del año se advierten señales de moderación y una estructura de consumo que comienza a estabilizarse de cara al inicio de 2026.

