Tras disputar la final de la Leagues Cup con Inter Miami, Messi llegó acompañado por su familia y por Rodrigo De Paul. Apenas pisó tierra, se encontró con una multitud de hinchas que lo esperaba en el aeropuerto: saludó, firmó camisetas y hasta respondió con un “todo muy bien” cuando le preguntaron por su estado físico.
El rosarino y su inseparable compañero se trasladaron enseguida al predio de la AFA, donde el plantel nacional comenzó con los entrenamientos a puertas cerradas. Allí ya se encuentran también Julián Álvarez, Nahuel Molina, Giuliano Simeone, Thiago Almada y Cristian “Cuti” Romero, a la espera de que se sumen el resto de los convocados.
El calendario marca que la Selección enfrentará a la Vinotinto este jueves a las 20:30 en el Monumental, y luego visitará a Ecuador en Quito para cerrar la etapa clasificatoria rumbo al Mundial 2026.
En la previa, Messi ya había adelantado lo especial de esta cita: “Va a ser un partido muy especial para mí porque es el último de Eliminatorias en Argentina. No sé si después habrá amistosos o no, pero sé que este momento lo quiero vivir con mi familia, mi mujer, mis hijos, mis padres y mis hermanos”.
Una vez terminada esta doble fecha, la Scaloneta afrontará amistosos en octubre en Estados Unidos, en noviembre en Angola e India, y en marzo de 2026 la esperada Finalissima frente a España. A partir de allí, el camino conducirá de lleno al Mundial que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá.
En el mientras tanto, la imagen de Messi en Ezeiza, acercándose a los hinchas y regalando sonrisas, quedó como postal de un regreso cargado de emoción, con sabor a despedida y con la ilusión intacta de seguir haciendo historia con la camiseta celeste y blanca.

