El atacante no jugaba desde el empate 1-1 frente a Rosario Central, el 14 de septiembre. Desde entonces, una distensión en el psoas derecho lo mantuvo al margen de seis partidos y lo obligó a trabajar de manera diferenciada. Aunque todavía no está al ciento por ciento en lo físico, el cuerpo técnico decidió sumarlo a la nómina por su liderazgo, experiencia y aporte anímico dentro del grupo.
Su titularidad está descartada, pero su presencia en el banco responde a la falta de recambio en el puesto de centrodelantero, ya que Miguel Merentiel y Milton Giménez son los únicos atacantes naturales en condiciones de jugar desde el inicio.
Las lesiones han sido un obstáculo recurrente en la etapa de Cavani con la camiseta xeneize. En 2025 acumuló seis dolencias musculares y más de 100 días de inactividad, lo que lo alejó de gran parte de la competencia. Su último gol fue ante Banfield, el 24 de agosto, y en la temporada apenas suma cuatro tantos.
Aun así, su regreso genera expectativa entre los hinchas de Boca, que esperan volver a ver al uruguayo en el campo antes del cierre del año. El cuerpo técnico confía en que pueda estar disponible para los partidos decisivos, en los que el equipo buscará asegurar la clasificación a la Copa Libertadores y pelear por un nuevo título.

