La presidenta del Louvre, Laurence des Cars, reconoció que no se detectó con la rapidez suficiente la llegada del comando de ladrones que el pasado domingo robaron ocho joyas de un valor patrimonial “incalculable” porque el dispositivo de cámaras de protección exterior es insuficiente.
“No detectamos con la suficiente antelación la llegada de los ladrones”, señaló en una comparecencia ante una comisión del Senado francés Des Cars, quien admitió la insuficiencia del sistema de cámaras perimetrales que ahora se empezó a reforzar.
Los cuestionamientos a la seguridad del museo parisino fueron expuestos en los últimos días por distintos sectores del Gobierno. La titular de Cultura Rachida Dati pareció cargar contra los que la habían precedido en el cargo al señalar que “la responsabilidad son los cuarenta años de abandono sobre la cuestión de la seguridad”.
Pidió para mejorar la seguridad, entre otras cosas, que se instale una comisaría de policía en el interior mismo del museo, algo que permitiría una intervención más rápida de las fuerzas del orden en casos como el del domingo, cuando toda la operación se desarrolló en solo siete minutos.
Des Cars señaló que “hay algunas cámaras” que vigilan el perímetro del Louvre, pero ninguna cubría el balcón por el que los ladrones accedieron a la Galería de Apolo, gracias a un montacargas que llevaron en una camioneta, que pudo aparcar en el flanco sur del museo haciéndose pasar por unos operarios que hacían trabajos.
“Se nos ha infligido una herida inmensa”, señaló la presidenta del Louvre, que insistió en que los dispositivos de seguridad existentes funcionaron correctamente, empezando por las alarmas, y que el personal actuó de acuerdo con los protocolos.

Cómo fue el robo
La presidenta hizo un relato detallado de lo ocurrido, que empezó con la llegada de la camioneta que estacionó junto al museo a las 9.30 y cuatro minutos después dos ladrones rompieron el cristal de una puerta del balcón con una radial, lo que hizo que se activaran las alarmas.
Un empleado señaló la intrusión un minuto después y los cuatro agentes que estaban en ese momento en la Galería de Apolo, siguiendo los protocolos, comenzaron inmediatamente la evacuación de los visitantes. A las 9.35 se dio aviso a la policía, pero las fuerzas del orden no llegaron a tiempo porque a las 9.38 los ladrones salieron por la misma puerta del balcón por la que habían entrado.
Los agentes de la empresa de seguridad del museo que salieron a perseguirlos consiguieron al menos, según el relato de la responsable, que no pudieran incendiar la camioneta para borrar pruebas.
Además, los ladrones perdieron en su precipitada huida una de las nueve joyas que habían sustraído, la corona de la emperatriz Eugenia de Montijo, que se ha encontrado dañada.
Des Cars insistió en que no quiere que se piense que ese robo era algo inevitable y que desde que asumió el cargo en septiembre de 2021 ha llamado la atención sobre “el estado de deterioro y de obsolescencia general del Louvre, de sus edificios y de sus infraestructuras”, algo que había señalado ante la Asamblea Nacional en 2024.

