El reclamo había sido convocado para acompañar a los empleados de la sucursal que días atrás acusaron a la gerente María José Mansilla de maltrato, hostigamiento y amenazas. Lejos de obtener una respuesta institucional, la protesta fue interrumpida por un operativo policial considerado desmedido por los propios manifestantes, que describieron golpes, insultos y empujones contra quienes participaban de una movilización pacífica.

En el lugar se encontraba una delegación gremial integrada por representantes del Banco Nación, Banco Macro, Banco Patagonia y la Comisión Directiva de La Bancaria Tucumán, entre ellos la secretaria general, Cecilia Sánchez Blas. Todos resultaron agredidos mientras intentaban dialogar con autoridades de la entidad financiera.

Esta represión es una provocación brutal y cobarde. Nos golpearon por defender a nuestros compañeros. No vamos a permitir ni una amenaza más”, expresaron desde el sindicato, repudiando el accionar policial.

Las imágenes registradas muestran con claridad el avance de Infantería con escudos, empujones e insultos hacia trabajadores y representantes gremiales que exigían mejores condiciones laborales.

Tras el episodio, La Bancaria declaró el estado de alerta y exigió explicaciones inmediatas a las autoridades del Banco Patagonia. “No vamos a naturalizar la violencia institucional; esto fue una represión brutal y desmedida”, denunciaron en un comunicado.