Este viernes, el tipo de cambio mayorista bajó $3 y terminó la jornada en $1.403, con un acumulado semanal de $49 hacia abajo. Con este nivel, la cotización quedó a 7,1% del techo de la banda cambiaria, un rango que no se veía desde hace un mes, reforzando el clima de calma tras las elecciones. El volumen operado en contado superó los u$s597,2 millones.

Durante la rueda, el ingreso de divisas desde el exterior presionó a la baja los precios, que tocaron mínimos de $1.398. Sobre el cierre, una leve recuperación de la demanda corrigió la cotización, aunque manteniéndola por debajo del registro del día anterior. El operador Gustavo Quintana destacó que la oferta de dólares predomina en el mercado y que la primera quincena de noviembre muestra un panorama completamente distinto al del período previo a los comicios, habilitando una corrección de precios impensada semanas atrás.

En el promedio de entidades que releva el Banco Central (BCRA), el dólar oficial se ubicó en $1.380,77 para la compra y $1.432,06 para la venta. En el Banco Nación, el minorista cerró a $1.375 y $1.425, respectivamente. Con estos valores, el dólar tarjeta ascendió a $1.852,50.

En los mercados paralelos, el CCL avanzó 0,1% hasta $1.487,57, mientras que el MEP cedió 0,6% y quedó en $1.453,63. El dólar blue, en tanto, retrocedió $5 y terminó a $1.430. En futuros, se registraron bajas generalizadas de hasta 0,6%. El mercado espera que el mayorista cierre noviembre en torno a $1.415 y diciembre alrededor de $1.451. En total, se negociaron u$s644 millones en futuros, según PR Corredores de Cambio.

Acuerdo con EE.UU. y expectativas por las reservas

Desde Max Capital, evaluaron que el entendimiento inicial con Estados Unidos —que contempla una reducción de aranceles para distintos bienes y servicios— podría traer un efecto positivo neto para la economía argentina, aunque su impacto dependerá de la letra chica del acuerdo y del rol del país dentro del Mercosur.

En paralelo, el ministro Caputo volvió a referirse a la cuestión de las reservas y aseguró que el objetivo del Gobierno es fortalecer la posición del BCRA, descartando que se busque utilizar esos fondos para afrontar pagos de deuda en el corto plazo.