El encuentro, disputado en el estadio Libertadores de América, se suspendió al inicio del segundo tiempo con el marcador 1-1. Ese resultado clasificaba a la “U”, que había ganado 1-0 en la ida.

Tras escuchar los descargos de ambas instituciones, el Tribunal de Disciplina resolvió eliminar al Rojo y aplicar sanciones a los dos equipos.

Sanciones para ambos clubes

La dirigencia de Independiente, encabezada por Néstor Grindetti, acusó a la parcialidad chilena de haber iniciado los disturbios destruyendo instalaciones del estadio y arrojando objetos contra simpatizantes locales. Por ello, reclamaron que el club argentino debía avanzar de ronda o, en su defecto, que el partido se reanudara en una sede neutral.

Sin embargo, la Conmebol rechazó los argumentos y dejó a Independiente fuera de la competencia continental.