El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comenzó su visita oficial al Reino Unido con un día histórico en el castillo de Windsor junto a la familia real británica. Al llegar en helicóptero, el mandatario estadounidense y la primera dama, Melania, fueron recibidos por los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina, así como por el rey Carlos III y la reina consorte Camila.
El rey Carlos III dio la bienvenida a Trump con la guardia de honor más grande registrada en la historia moderna del Reino Unido para un líder extranjero, con la Guardia Real vestida en su uniforme de gala.
Durante su estancia, Trump pasará dos noches en el castillo, una de las residencias oficiales de la monarquía, manteniéndose alejado de Londres, donde se convocó una manifestación en su contra.

Esta es la segunda visita oficial de Trump al Reino Unido. Al igual que en su viaje de 2019, todos los actos se realizarán a puerta cerrada, lejos del público.
La jornada en Windsor incluye un paseo en carruaje por la finca de 6.400 hectáreas, que alberga un antiguo coto de caza real con 500 ciervos. Después, una banda militar interpretará los himnos “God Save the King” y “The Star-Spangled Banner”.
En su visita anterior, Trump se enfrentó a miles de manifestantes frente al Parlamento británico, entre ellos un globo gigante con forma de bebé Trump con pañales flotando sobre las calles.
Protestas en Londres contra Donald Trump
Mientras en Windsor se llevaba a cabo el operativo de seguridad, cientos de manifestantes se reunieron cerca del castillo con pancartas y consignas en contra del presidente estadounidense.
El grupo activista Led by Donkeys, conocido por sus campañas satíricas dirigidas a políticos, proyectó imágenes de Trump junto al criminal sexual Jeffrey Epstein en una de las torres del castillo. La acción fue registrada por AFPTV y tuvo gran repercusión mediática. La policía comunicó que se realizaron al menos cuatro arrestos durante las protestas.

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