l adolescente permaneció 24 horas internado en el Hospital de Niños con un traumatismo de cráneo, producto de los golpes en la cabeza. Tras recibir el alta médica, su padre decidió formalizar la denuncia en la comisaría 2ª. Allí se llevó la sorpresa: “Fui a denunciar lo que pasó y me dicen que yo era el denunciado. Me acusaron de amenazas. Todo está filmado y hubo policías presentes. Yo no agredí a nadie; lo único que hice fue llevar a mi hijo al hospital”, aseguró Sandro en diálogo con Los Primeros.
Bullying reiterado
Según el testimonio del padre, no se trata de un episodio aislado. Su hijo ya habría sido víctima de agresiones previas dentro del colegio. Además, otra madre denunció que los ataques entre alumnos son frecuentes en la institución y que su propio hijo también fue agredido.
Investigación y polémica
El episodio abre interrogantes sobre la respuesta institucional y la protección de los estudiantes. Por un lado, la violencia sufrida por el menor obliga a profundizar la investigación judicial y administrativa para establecer responsabilidades. Por otro, la existencia de denuncias cruzadas entre la familia y la escuela complica el panorama y expone la necesidad de transparentar los procedimientos adoptados.
El caso volvió a poner en agenda la urgencia de protocolos efectivos contra el bullying y la violencia escolar, con mecanismos claros de denuncia y protección para evitar la revictimización.

